Francia ofrece una amplia variedad de destinos imprescindibles para cualquier visitante. En París, la Torre Eiffel, el Museo del Louvre y la Catedral de Notre-Dame son esenciales. La región vinícola de Burdeos es ideal para los amantes del vino, mientras que la Riviera Francesa, con ciudades como Niza y Cannes, ofrece hermosas playas y vida nocturna. El Valle del Loira deslumbra con sus castillos históricos, y la región de Provenza encanta con sus campos de lavanda y pintorescos pueblos. No hay que olvidar Normandía por sus playas del Día D y la majestuosa Abadía del Mont Saint-Michel. Cada región de Francia brinda una experiencia única y rica en cultura, historia y belleza natural.